Hasta el Centro Productivo y de Práctica Holanda llegaron estudiantes del Instituto para participar en un práctico centrado en la revisión de las acciones que forman parte del protocolo de bienestar animal, en este caso, particular, en lo asociado al espacio físico que utilizan las vacas.
Los estudiantes de Ingeniería de Ejecución en Agronomía del Programa Regular acudieron hasta el predio lechero junto al docente Rodrigo Seguel para verificar que la superficie del patio de alimentación y patio de espera es la adecuada en relación a la cantidad de animales que se manejan en el predio.
Para ello, los futuros ingenieros e ingenieras del agro midieron el espacio y cuantificaron la cantidad de metros cuadrados de ambos sectores para comprobar el cumplimiento de los estándares definidos en el protocolo de bienestar animal de acuerdo a la normativa legal vigente.
Esta actividad se desarrolló en el marco del módulo Práctica IX Gestión del Predio Lechero, y busca que los estudiantes asimilen conceptos asociados al bienestar animal y promuevan estrategias de desarrollo para favorecer la sustentabilidad en los diferentes eslabones de la cadena de valor, considerando en los sistemas productivos al bienestar animal como uno de los pilares fundamentales.
El profesional explicó que el espacio físico que utiliza un animal es un concepto aplicado a múltiples propósitos. Sin embargo, cuando nos referimos al espacio asignado a un animal en un sistema productivo (lechería o carne), estamos frente a un concepto frecuentemente utilizado y que forma parte de una serie de decisiones de manejo que se toman a diario en un rebaño.
